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Llamadas Oportunas

La Única Paz de Mente

Vol. 1                                                                          N0. 49, 50

 

¿QUÉ ES RELIGIÓN? ¿ES DE ALGÚN

BENEFICIO HOY Y EN EL FUTURO?

 

LA VIDA NO ES SINO LO QUE LA HACEMOS DE ELLA
 

 

MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA

Parábolas - Eslabones en la Cadena de la Verdad

 

Leeré de “Palabras de Vida del Gran Maestro”, página 8

 

“En la enseñanza de Cristo mediante parábolas, se nota el mismo principio que el que lo impulsó en su misión al mundo. A fin de que llegáramos a conocer su divino carácter y su vida, Cristo tomó nuestra naturaleza y vivió entre nosotros… Los hombres podían aprender de lo desconocido mediante lo conocido; las cosas celestiales eran reveladas por medio de las terrenales; Dios se manifestó en la semejanza de los hombres. Tal ocurría en las enseñanzas de Cristo: lo desconocido era ilustrado por lo conocido; las verdades divinas, por las cosas terrenas con las cuales la gente se hallaba más familiarizada … Las cosas naturales eran el vehículo de las espirituales; las cosas de la naturaleza y la experiencia de la vida de sus oyentes eran relacionadas con las verdades de la Palabra escrita. Guiando así del reino natural al espiritual, las parábolas de Cristo son eslabones en la cadena de la verdad que une al hombre con Dios, la tierra con el cielo”.

 

Oremos para que podamos entender las enseñanzas de Cristo – aprendiendo lo desconocido a través de lo conocido – las cosas celestiales como son reveladas a través de las terrenales; que nosotros imitemos la manera en que Cristo enseñaba, ilustrando verdades divinas con cosas terrenales; oremos para que nos beneficiemos completamente de las parábolas de Cristo – los sobresalientes eslabones en la cadena de verdad que unen la tierra con el cielo.

 

Copyright, 1953

Todos los derechos reservados

V.T. HOUTEFF

 

Vol. 1, N° 49                                                                                                                                                                                              2


 

¿QUÉ ES RELIGIÓN?

¿ES DE ALGÚN BENEFICIO HOY Y EN EL FUTURO?

 

TEXTO DE LA ALOCUCIÓN POR V. T. HOUTEFF

MINISTRO DE LOS DAVIDIANOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA

EL SÁBADO, 12 DE JULIO DE 1947

CAPILLA DEL MONTE CARMELO

WACO, TEXAS

 

Si la humanidad necesita conocer alguna cosa sobre todas las demás, es la respuesta a estas dos preguntas: ¿Qué es religión? ¿Es de algún beneficio hoy y en el futuro?

 

Muchos piensan que la religión consiste en ir a la iglesia, en orar, en tener buena moral, no robar, no matar, no disfrutar pasatiempos, no participar en juegos de azar, no asistir a entretenimientos, no comer ciertas cosas, en hacer o en no hacer esto, aquello, y lo otro.

 

Otros piensan que la religión no es otra cosa que alguna clase de orden sociológico, y que la iglesia es un lugar para familiarizarse, etc., etc. Veamos:

 

Jesús fue confrontado por el gobernante joven rico, quien le dijo, Yo he guardado los mandamientos. ¿Qué haré para poseer la vida eterna? He aquí la respuesta:

 

Lucas 18:22  – “Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme”.

 

Para entender esta escritura, debemos leer

 

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otra junto con esta:

 

Juan 3:1-3 - “Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”.

 

Ambos, el joven rico y Nicodemo eran gobernantes, y aunque Nicodemo posiblemente no era tan rico como el joven, tampoco era pobre. ¿Pero porqué a uno se le pidió que repartiera sus riquezas a los pobres, y al otro se le dijo que tenía que nacer de nuevo? ¿Porqué no pagarían ambos el mismo precio por la salvación? Aquí están las razones:

 

Para evitar ser visto en la compañía de Jesús, Nicodemo vino a él, no de día, sino secretamente en la noche, mientras que el joven príncipe vino a Jesús no sólo abiertamente en el día, sino que también cuando estaba una multitud con Jesús. Por lo tanto, el impedimento básico del joven rico, era su riqueza, y el impedimento básico de Nicodemo era su orgullo. Claramente, entonces, la dolencia de uno necesitaba una clase de tratamiento, y la dolencia del otro necesitaba otra clase de tratamiento.

 

Jesús nunca le pidió a alguien que tomara su religión, sino que les pedía que lo “siguieran”, para ser uno de sus discípulos. El príncipe joven rico no pudo seguir al Señor porque su corazón estaba centrado en sus propias riquezas. Y Nicodemo no pudo seguir al Señor porque él era muy orgulloso para ser visto en la compañía del impopular y odiado Jesús seguido por humildes pescadores. Para quitar el impedimento, uno tenía que

 

 

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deshacerse de sus riquezas, y el otro tenía que deshacerse de su orgullo. Para erradicar el orgullo uno tiene que nacer de nuevo, debe transformarse en un nuevo hombre. Pero para erradicar el amor al dinero uno debe dar su dinero a quien realmente lo necesita.

 

Las Escrituras registran que Abraham era muy rico. Con todo, él es llamado “amigo de Dios”. Por lo tanto, las riquezas por si mismas, pueden ser una bendición, aunque con más frecuencia se hacen una maldición. El orgullo sin embargo, nunca es bueno.

 

Recordemos que el Diablo encuentra en cada uno de nosotros al menos un punto. Cualquiera que sea ese punto, debe vencerse, sean riquezas o sea orgullo. Por supuesto no todos son ricos y atados a su riqueza, pero cualquiera puede estar atado a sí mismo, al “viejo Hombre”. Y no todos necesitan dar sus riquezas, pero todos necesitan despojarse del “viejo hombre” quien nos mete en todas las cosas menos aquellas en las que debemos estar.

 

Leamos otra vez en Juan tres -

 

Juan 3:4-8 - “Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu”.

 

El conocimiento de Nicodemo de que Jesús era el

 

 

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Hijo de Dios hacía su caso malo en gran manera. Conociendo quien era Jesús, él no debería haber estado avergonzado de ser visto en Su compañía, tampoco debería haber estado temeroso de sus enemigos. Él hubiera considerado un privilegio el asociarse con el hijo de Dios, con un ser Celestial. Pero en tanto como Nicodemo estaba avergonzado de ser visto con Él, y era orgulloso para estar con los Fariseos, él necesitaba sepultar el “viejo hombre”, y resucitar en novedad de vida - necesitaba nacer de nuevo.

 

A la pregunta, “¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo?” Jesús respondió, “El que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”. Nicodemo tenía que ser bautizado, tenía que reconocer públicamente a Jesús como el hijo de Dios, y recibir el espíritu de verdad.

 

Y la ilustración, “El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu”, definitivamente muestra que para realmente saber que es nacer del Espíritu es tener la experiencia de ser uno de sus discípulos, de ser llenado con el Espíritu Santo, y de proclamar Su Verdad. Jesús, comparando sus seguidores, los que son nacidos de nuevo, con el viento, hace este hecho todavía más claro; porque si sus discípulos son como el viento, si ninguno sabe de donde viene y a donde va, entonces la única manera de saberlo es hacerse uno con ellos.

 

Para que Jesús llegara a ser uno con nosotros Él tuvo que nacer de nuevo; Él tenía que ser un hombre terrenal. Y para nosotros ser uno con Él, tenemos que nacer de nuevo, nacer del Espíritu. La diferencia es que Jesús nació primero espiritual, un ser Divino, y después un ser humano;

 

 

 

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mientras que nosotros nacemos siendo seres humanos, y después seres espirituales. Proféticamente hablando del nacimiento de Jesús, el profeta Isaías escribió:

 

Isaías 66:7 - “Antes que estuviese de parto, dio a luz; antes que le viniesen dolores, dio a luz hijo”.

 

La iglesia Judía, la iglesia a la cual y por la cual Jesús nació, declara la Inspiración, ni estuvo de parto ni tuvo dolores; esto es, ella ni sentía necesidad ni deseos de un Salvador, y a pesar de esto, Él nació.

 

Pero hablando de los hijos que compondrán el reino, leemos:

 

Isaías 66:8 - “¿Quién oyó cosa semejante? ¿quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sion estuvo de parto, dio a luz sus hijos”.

 

Aún cuando la iglesia Judía en los días de Jesús no estuvo de parto, con todo ella trajo el hijo de Dios. ¡Pero cuando Sion esté de parto ella traerá todos sus hijos a la vez! ¡Toda una nación! Un milagro en cada instancia.

 

¿Cómo puede dar a luz Sion? - Veamos el reino natural: en la naturaleza, la madre carga un niño, entonces está de parto y da a luz. ¿De qué otra manera, entonces, en el reino espiritual puede Sion estar de parto sin primero cargar sus hijos antes que ellos nazcan? Para ser especifico, cuando uno se une a la iglesia, ella está embarazada con él por así decirlo. Cuando ella está cargando sus hijos, entonces todos ellos nacerán a la vez, - ellos a la vez recibirán su segundo nacimiento, el nacimiento aquí

 

 

 

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mencionado. Y como la Inspiración lo hace claro que ellos deben nacer de nuevo, todos ellos al principio deben estar en el mismo estado mental como estaba Nicodemo - avergonzado de ser visto entre la compañía de creyentes de la Verdad Presente, avergonzado de asociarse con los creyentes de una Verdad impopular.

 

Claramente, entonces, nuestros esfuerzos para alcanzar el pueblo con el mensaje del “segundo nacimiento” no serán en vano: Sion traerá todos sus hijos, como si fuera, en un día. Y por eso no podemos ser llevados a la desesperación o el desaliento. Estamos seguros que un “reavivamiento y una reforma” tendrá lugar entre el pueblo de Dios, que Su palabra no volverá a El vacía.

 

Ahora ¿Quiénes serán los hijos? - Para ser hijos de Sion, ellos deben estar sobre el monte de Sion algún día. Por lo tanto ellos no son otros sino los “los primeros frutos” de los cuales el Revelador dice: “Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente”. Apocalipsis 14:1.

 

De las escrituras se ve claramente ahora que en esta instancia, cuando uno se une a la iglesia, la iglesia llega a estar embarazada con ese miembro. Así es que desde el tiempo cuando uno se hace miembro de la iglesia hasta el tiempo cuando uno “nace de nuevo”, él se está desarrollando espiritualmente para la hora de su segundo nacimiento. Entonces, después que él ha “nacido de nuevo” él todavía tiene que seguir creciendo hasta que haya crecido totalmente, madurado, siendo un ser espiritual - un hombre perfecto, a la medida de la estatura de Cristo, sin mancha, ni arruga, ni cosa semejante. De acuerdo a este estado de ser ninguno lo ha alcanzado aún, pero el tiempo está cerca cuando una multitud lo alcanzará, porque el Señor dice:

 

 

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Isaías 66:9 - “Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? dijo Jehová. Yo que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento? dice tu Dios”.

 

Esta escritura intenta quitar toda duda. Creamos en el Señor y conozcamos con certeza que el tiempo para este particular y nuevo nacimiento está aquí y que el Señor puede y lo hará posible sin importar como este pueda parecernos.

 

De este estudio vemos que la religión no se compone de lo que se debe y lo que no se debe hacer; que nadie ha de atarse a los hombres, sino a la verdad de Dios siempre en desarrollo; que la religión significa seguir al Señor, y estar haciendo las cosas que Él nos guía a hacer; que desde el tiempo que uno acepta al Señor como su Salvador, - desde ese mismo tiempo él debe comenzar a crecer espiritualmente, primero para nacer de nuevo, y luego para llegar a ser un ser espiritual maduro, no todo a la vez, pero estar creciendo diariamente. Para alcanzar tal elevado estado de perfección, uno debe entonces estar perfeccionándose a sí mismo diariamente y mantenerse con la verdad de Dios, que cada rayo de luz pueda añadirse al crecimiento espiritual que la estación requiera, de otro modo uno se rezagará en alcanzar la madurez espiritual. Solamente así puede uno cosechar todos los beneficios que la religión proporciona.

 

No, la religión no es algo extra, ni algo opcional. Es algo que todos deben tener. Una verdadera y actual religión es algo tan esencial como los ojos en la cabeza.

 

Por ejemplo permítame llevarle por la corriente del tiempo, comenzando con Noé. Su religión no solamente lo salvó a él y su familia de ser arrastrado en el terrible diluvio, pero también lo hizo llegar a ser el primogénito del mundo después del diluvio, - sí, el primogénito de nuestro

 

 

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mundo. Así pues, el mundo en sus días, pereció porque no sentía necesidad de la religión actual, ni necesidad de Verdad Presente. ¡Que vergüenza! ¡Que disparate para uno tratar de vivir sin religión, sin el consejo de Dios, y sin el mensaje de la hora!

 

Veamos otra notable historia en la Biblia. La madre de Moisés creía en la religión actual. Ella creía que el tiempo había venido para la liberación de la raza Hebrea, y ella hizo todo lo que pudo para hacerlo posible. Cuando ella vio que no podía esconder su hijo infante de la mano de Faraón por más tiempo, ella dejó que su religión hiciera el resto. Los resultados fueron grandes, no sólo recibió nuevamente a su hijo en sus brazos salvado para siempre de ser lanzado en el Nilo, sino también una garantía por su apoyo, educación y todo - lo mejor que Egipto podía ofrecer - fue pagado de la tesorería de Faraón. La correcta clase de religión, se ve, hace grandes cosas.

 

Ochenta años después la religión de Moisés guió toda la nación Hebrea de las ladrilleras de Faraón al Mar Rojo. El mar se partió por su causa y tan pronto como ellos pasaron, se cerró para sus capataces. ¡Que libramiento! ¡Que victoria!

 

Además, como esos millones de hombres, mujeres, y niños, también su ganado vinieron a ese repulsivo lugar desértico donde no había ni alimento, ni agua, la religión hizo que brotaran corrientes de agua de las rocas, y las nubes gotearan el maná - no por un día, ni por un mes, ¡sino por cuarenta largos años! ¡Entonces el milagro del Mar Rojo fue repetido en el río Jordán, y los emancipados ladrilleros vinieron a ser profetas, reyes y sacerdotes!.

 

 

 

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No obstante todos estos grandes acontecimientos, cuando ellos se hicieron descuidados e indiferentes, cuando no sintieron necesidad de profetas, ni necesidad de Verdad presente, ni necesidad de alimento en su tiempo, vinieron de nuevo a ser esclavos y cautivos. Es por eso que necesitamos la correcta clase de religión, y es por eso que necesitamos apegarnos a la religión y crecer con ella.

 

Los Judíos fueron tomados cautivos y llevados a Babilonia. Sin embargo, los que fueron fieles a su religión fueron bien cuidados aun en su cautividad. Daniel, por ejemplo, en lugar de servir como esclavo, fue tratado como un señor, y hasta fue gobernante de ambos los Caldeos y los Medopersas. Y cuando él fue lanzado por despecho al foso de los leones, él fue guardado, mientras que sus enemigos fueron tragados por las bestias salvajes.

 

Cuando los tres Hebreos, por fidelidad a su religión, fueron lanzados al horno de fuego, el Hijo de Dios vino y los rescató y ni un cabello de sus cabezas pereció. Sin embargo, sus enemigos, fueron quemados a muerte, pero los Hebreos fueron gobernantes en el reino.

 

Gedeón tenía que ganar una guerra. Después de reclutar 22.000 soldados, se le dijo que eran muchos. Por consiguiente tuvo que reducir los combatientes, y finalmente sólo trescientos quedaron para pelear contra una multitud que cubría la llanura. A pesar de su pequeño ejército ¡Gedeón ganó la guerra durante la noche y sin la pérdida de un sólo hombre! La Religión, Hermano, Hermana, cuando se vive, es una provechosa proposición.

 

Todos pudieron haber sido Danieles y Gedeones. Si, aún los Judíos de hoy podrían haber sido algo, pero ¿Pero qué son ellos? - Una nación despreciada por todas las gentes

 

 

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en el mundo, una nación sin rey, sin bandera, sin un territorio, - la única nación tal en la tierra.

 

Ahora permítame decirle de una experiencia que es estrictamente personal, y noticia para la mayoría de ustedes. Hace varios años mientras yo estaba cruzando una de las transitadas calles de Los Angeles, California, una mujer por mi lado izquierdo condujo directamente hacia mí. Entonces ella se puso tan nerviosa que no podía detener su carro y continuó por media cuadra. Aunque el carro no me volcó; una mano invisible me puso delante del carro.  Y cuando el carro se detuvo justo en el callejón que cruzaba la calle, yo me detuve también. Para ese tiempo cientos de espectadores incluyendo reporteros y tres policías de tránsito, se habían reunido alrededor del carro. Como no encontraron a nadie tirado en la calle, muerto o herido, entonces ellos decidieron que la víctima debía haber estado desfalleciendo debajo del carro. Cuando les dije que era yo quien había sido golpeado, ellos se sorprendieron. Cuando yo les dije que no estaba herido, y como me rehusé ser llevado al hospital, ellos me hicieron levantar mis manos y mis pies, e hicieron docenas de preguntas. El lapicero en el bolsillo del abrigo se había quebrado en una docena de piezas por el impacto del carro, pero ¡mis costillas estaban intocables!. La religión, como puede ver, es mejor que una póliza de seguro. Entonces de entre el gentío se dijo “El debe estar hecho de robles”

 

De nuestro estudio percibimos que el poder de Dios que protegió la vida aún en el horno de fuego y en el foso de los leones, todavía está obrando; que Dios está todavía tan interesado en su pueblo hoy como lo estuvo en los días de Daniel y en cualquier otro tiempo. Nosotros por lo tanto necesitamos de la religión actual cada día. No podemos arriesgarnos a estar sin él, - no, ni aún por un momento.

 

La Verdad Actual no solamente salva nuestras almas para la eternidad,

 

 

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sino que nos protege día tras día. Suple nuestras necesidades hoy y nos da esperanza para el mañana. No hay seguridad en nada más, y la fe en Dios es nuestra paz de mente, especialmente en este día y época.

 

La religión obviamente es de beneficio no solamente para el mañana, pero ciertamente para hoy también. No se haga el tonto intentando seguir adelante sin ella.

 

 

 

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MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA

Revelemos a Dios; No lo Ocultemos

 

Leeré de “Palabras de Vida del Gran Maestro”, página 8, comenzando con el último párrafo –

 

“En su enseñanza basada en la naturaleza, Cristo hablaba de las cosas que sus propias manos habían creado y que tenían cualidades y poderes que él mismo les había impartido. En su perfección original, todas las cosas creadas eran una expresión del pensamiento de Dios … La tierra se halla actualmente desfigurada y profanada por el pecado … Las lecciones objetivas de Dios no se han borrado; correctamente entendida, la naturaleza habla de su Creador. En los días de Cristo se habían perdido de vista estas lecciones … La pecaminosidad de la humanidad había echado una mortaja sobre la radiante faz de la creación; y en vez de manifestar a Dios, sus obras llegaron a ser un obstáculo que lo ocultaba … De esta suerte, en Israel, las enseñanzas de los hombres habían sido colocadas en lugar de las de Dios. No solamente las cosas de la naturaleza, sino el ritual de los sacrificios y las mismas Escrituras - todos dados para revelar a Dios -, fueron tan pervertidos que llegaron a ser los medios de ocultarlo”.

 

Me pregunto si el mundo no está hoy como estaba en los días de Cristo. A los Judíos se les dio una gran oportunidad para revelar a Dios a la humanidad, pero en lugar de esto lo ocultaron. Los Cristianos que están altercando y discutiendo, trayendo doctrinas de hombres a las doctrinas de Dios, no están revelando a Dios ante los paganos sino ocultándolo, poniéndolos en contra de Él. Los tales no están haciendo conversos a Cristo sino llevándolos lejos de Él. Debemos orar para que nosotros mejoremos; que no ocultemos a Cristo sino que lo revelemos en todas nuestras obras y a través de nuestras vidas.

 

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LA VIDA NO ES SINO LO QUE LA HACEMOS DE ELLA

 

TEXTO DE LA ALOCUCIÓN POR V. T. HOUTEFF

MINISTRO DE LOS DAVIDIANOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA

EL SÁBADO, 19 DE JULIO DE 1947

CAPILLA DEL MONTE CARMELO

WACO, TEXAS

 

 

Para entender que la vida es realmente lo que nosotros la hacemos, traeré a la atención siete ejemplos, comenzando en el tiempo de Noé y terminando en nuestro tiempo.

 

Ejemplo No. 1: A Noé se le mandó que construyera un arca, y que le dijera al mundo que un diluvio iba a cubrir la tierra, que solamente los que entraran en el arca escaparían vivos. ¡Ciento veinte años más tarde los animales fueron extrañamente vistos marchando de dos en dos al arca! Noé y su familia también entraron, mientras el resto del mundo se reía y ridiculizaba. Pero cuando la lluvia comenzó a caer, la situación dejó de ser “divertida”. Los que estaban fuera del arca lloraban, se lamentaban y rogaban. Pero todos perecieron como insensatos solamente porque fallaron en prestar atención a la Verdad Presente, fallaron de alimentarse de “alimento a tiempo”. ¡Que insensatez! ¡Que desastre!

 

Uno pensaría que después del diluvio, el mundo tendría un gran respeto por la religión y los profetas de Dios. Pero no fue el caso. Los antediluvianos no creyeron la predicción de Noé de que habría un diluvio, y ellos rehusaron entrar en el arca. Pero el diluvio vino y ellos perecieron. Los postdiluvianos no creyeron su predicción que no habría otro diluvio ¡así que ellos comenzaron a construir la torre de Babel! Pero cuando Dios vio la torre

 

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que subía tan alto, él maldijo la cumbre, y confundió el lenguaje de los edificadores. Esto es, Él borró su propio lenguaje de sus mentes y grabó en ellos los lenguajes de hoy. Así causó el nacimiento de muchas razas e idiomas los cuales encontramos hoy aún en las partes más remotas de la tierra.

 

No era el propósito de Dios que la gente se amontonaran en la llanura de Sinar, sino que se esparcieran y llenaran la tierra. Y cuando ellos rehusaron obedecer su mandato Él les dio lo mejor que tenía para ellos, y ellos tenían que obedecer.

 

Podemos ver que las obras del hombre independientes y contrarias a Dios, ciertamente terminarán en desastre. Una casa que es construida en la arena no puede sobrevivir una tormenta, y ningún hombre puede positivamente frustrar el propósito de Dios para los hombres. No haga una insensatez de sí mismo al tratarlo.

 

Toma años en las escuelas de los hombres para aprender un idioma, pero en la escuela de Dios, sólo toma un momento. Él puede borrar un idioma del cerebro del hombre y grabar otro, y al mismo tiempo cambiar las facciones de su rostro y el color de su piel. Si, Dios puede hacer todo esto más rápido que un odontólogo puede sacar un diente. Pero cuando se hace un cambio para mejorar o empeorar, todo depende del individuo.

 

Ejemplo No. 2: Nabucodonosor tuvo un sueño. Estando perturbado con esto citó a los hombres sabios de su reino para que le dijeran su interpretación. Ellos vinieron pero no había nada que ellos pudieran hacer. Al final Daniel fue traído ante el rey. Después de escuchar la historia del sueño del rey, Daniel dijo:

 

Daniel 4:24-26, 28 – “Esta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del Altísimo, que ha venido

 

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sobre mi señor el rey: Que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes, y con el rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien él quiere. Y en cuanto a la orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, significa que tu reino te quedará firme, luego que reconozcas que el cielo gobierna … Todo esto vino sobre el rey Nabucodonosor”.

 

El rey escuchó la interpretación del sueño, y él entendió el decreto. Sin embargo él no estaba dispuesto a aceptar que había Uno más grande que él. Entonces aconteció que -

 

Daniel 4:29, 30 – “Al cabo de doce meses, paseando en el palacio real de Babilonia, 30 habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?”.

 

¡Que declaración para hacer después de haber escuchado el decreto de Dios! El rey aún tenía que aprender que Dios gobierna las naciones, pone reyes y quita reyes. Escuchemos ahora la respuesta de Dios a la insensatez del rey:

 

Daniel 4:31-33 – “Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da

 

 

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a quien él quiere. En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves”.

 

Algunos aún hoy no se dan cuenta que Dios gobierna, que los hombres no son independientes de El, aunque se les permita escoger si servirle a él o no servirle. No era necesario que el rey Caldeo viviera con las bestias del campo, pero como él no pudo aprender su lección con palabras, de la manera fácil, él fue quitado de su palacio y puesto en un corral, ahí para que aprendiera por experiencia, de la manera difícil. Al fin de los siete años, después que él se hubo graduado, por así decirlo, de la escuela de Dios de duros golpes, el rey regresó a su palacio, y dijo:

 

Daniel 4:34-37 – “Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida. Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede

 

 

 

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humillar a los que andan con soberbia”.

 

Por orgullo y deslealtad a Dios Nabucodonosor hizo su vida miserable, pero al final él despertó.

 

Ejemplo No. 3: El reinado de Nabucodonosor continuó hasta el reino de su nieto, Belsasar. Belsasar conocía la historia de su abuelo y su experiencia con Dios. Pero el falló en beneficiarse de esta. Él hizo una gran fiesta para un millar de sus señores, y mandó que los vasos los cuales Nabucodonosor había tomado del templo de Jerusalén, fueran traídos a la fiesta, para que el rey mismo, y sus príncipes, esposas y concubinas pudieran tomar de ahí.

 

Tan pronto como esta borrachera tomó lugar aparecieron los dedos de la mano de un hombre, los cuales escribieron contra el candelero sobre la pared del palacio del rey. Belsasar estaba turbado en gran manera, y su semblante fue cambiado, y sus señores estaban asombrados. Entonces Daniel fue traído ante el rey. Y Daniel enfáticamente declaró:

 

Daniel 5:18-31 – “El Altísimo Dios, oh rey, dio a Nabucodonosor tu padre el reino y la grandeza, la gloria y la majestad. Y por la grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban y temían delante de él. A quien quería mataba, y a quien quería daba vida; engrandecía a quien quería, y a quien quería humillaba. Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en su orgullo, fue depuesto del trono de su reino, y despojado de su gloria. Y fue echado de entre los hijos de los hombres, y su mente se hizo semejante a la de las bestias, y con los asnos monteses fue su morada. Hierba le hicieron comer como a buey, y su cuerpo fue mojado

 

 

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con el rocío del cielo, hasta que reconoció que el Altísimo Dios tiene dominio sobre el reino de los hombres, y que pone sobre él al que le place. Y tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón, sabiendo todo esto; sino que contra el Señor del cielo te has ensoberbecido, e hiciste traer delante de ti los vasos de su casa, y tú y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas, bebisteis vino en ellos; además de esto, diste alabanza a dioses de plata y oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben; y al Dios en cuya mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste. Entonces de su presencia fue enviada la mano que trazó esta escritura. Y la escritura que trazó es: MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN. Esta es la interpretación del asunto: MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin. TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto. PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas. Entonces mandó Belsasar vestir a Daniel de púrpura, y poner en su cuello un collar de oro, y proclamar que él era el tercer señor del reino. La misma noche fue muerto Belsasar rey de los caldeos. Y Darío de Media tomó el reino, siendo de sesenta y dos años”.

 

Que diferencia pudiera haber sido en el rollo de su historia si Belsasar se hubiera beneficiado por la lección sin precio, la cual su abuelo tuvo que aprender. Si, ¡que diferencia hubiera sido! Esta es la lección necesaria para todos nosotros, igual que para reyes y campesinos.

 

Ejemplo No. 4: El imperio Caldeo vino a ser el imperio Medo-Persa, no porque los Medos y los Persas fueran más fuertes y más poderosos, sino porque

 

 

 

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Dios así lo había decretado. Veamos:

 

Isaías 45:1 – “Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán”.

 

Ciro, en cuyo bajo el mandato del ejército Medo-Persa marchó hasta Babilonia, no había nacido aún cuando el profeta Isaías escribió de él. Pero Dios recordó su promesa y cuando Belsasar se sintió perfectamente seguro en la noche de su borrachera y desembocadura fatal, Dios abrió ante Ciro las puertas de dos hojas e hizo posible la captura del reino. Allí los Medos y Persas encontraron a Daniel y sus compañeros, quienes llamaron la atención de Ciro a las Escrituras las cuales no solamente predecían su victoria, sino también predecían su nombre. Habiendo visto y sentido el poder de Dios, Ciro fue movido ha hacer el decreto:

 

Esdras 1:2-11 – “Así ha dicho Ciro rey de Persia: Jehová el Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. Quien haya entre vosotros de su pueblo, sea Dios con él, y suba a Jerusalén que está en Judá, y edifique la casa a Jehová Dios de Israel (él es el Dios), la cual está en Jerusalén. Y a todo el que haya quedado, en cualquier lugar donde more, ayúdenle los hombres de su lugar con plata, oro, bienes y ganados, además de ofrendas voluntarias para la casa de Dios, la cual está en Jerusalén. Entonces se levantaron los jefes de las casas paternas de Judá y de Benjamín, y los sacerdotes y levitas, todos aquellos cuyo espíritu despertó Dios para subir a edificar la casa de Jehová, la cual está en Jerusalén. Y todos

 

 

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los que estaban en sus alrededores les ayudaron con plata y oro, con bienes y ganado, y con cosas preciosas, además de todo lo que se ofreció voluntariamente. Y el rey Ciro sacó los utensilios de la casa de Jehová, que Nabucodonosor había sacado de Jerusalén, y los había puesto en la casa de sus dioses. Los sacó, pues, Ciro rey de Persia, por mano de Mitrídates tesorero, el cual los dio por cuenta a Sesbasar príncipe de Judá. Y esta es la cuenta de ellos: treinta tazones de oro, mil tazones de plata, veintinueve cuchillos, treinta tazas de oro, otras cuatrocientas diez tazas de plata, y otros mil utensilios. Todos los utensilios de oro y de plata eran cinco mil cuatrocientos. Todos los hizo llevar Sesbasar con los que subieron del cautiverio de Babilonia a Jerusalén”.

 

No es difícil ver que si los gobernantes del imperio Medo-Persa habían continuado gobernando en el mismo espíritu de Ciro, el reino hubiera estado hasta este mismo día. Ese reino, no obstante, dio el camino a Grecia; Grecia, a Roma; y Roma, a las naciones de hoy. Suficiente claro es ver que los reinos de hoy todavía existen porque Dios así lo ha propuesto.

 

Su crecimiento más y más independiente de Dios tarde o temprano traerá el fin de ellos también, porque mirando la corriente del tiempo, hasta los reinos de hoy los cuales son representados por los pies y dedos de la gran imagen, el Espíritu de Verdad escribió: “Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido. Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte,

 

 

 

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y en parte frágil. Así como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro. Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre, de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación”. Daniel 2:41-45. En vez de unirse al Reino de Dios, ellos tendrán que ser destruidos.

 

Ejemplo No. 5: Ahora veamos que beneficio cosecharon los reinos y las naciones al venir en contacto con la iglesia. Babilonia, Medo-Persa, Grecia y Roma, quienes vinieron en contacto con la iglesia, hicieron el mundo civilizado de hoy.

 

Miremos a las naciones y pueblos (los paganos en algunos lugares aislados de la tierra) quienes no fueron tan afortunados como para encontrarse con la iglesia tan pronto como las otras naciones.

 

Más aún, miremos a esos quienes están todavía más aislados en las partes más remotas de la tierra quienes no han tenido contacto con la iglesia, no hasta recientemente. La mayoría de ellos no son sino un poco mejor que animales, no sólo en inteligencia sino también en progreso.

 

Los pueblos que fueron lo suficientemente afortunados para estar lo más cerca a la religión de Cristo, encontraremos,

 

 

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que son los más inteligentes, y los más prósperos. Inglaterra, por ejemplo, quien tradujo la Biblia y la publicó y la esparció por todo el mundo a todos los pueblos y lenguajes, llegó a ser la nación más grande en su tiempo. Luego los Estados Unidos (una nación hermana del Imperio Inglés), quien hace menos de dos siglos fundó su gobierno en los principios de la Biblia e inscrito en su dólar, EN DIOS CONFIAMOS, y quien también estableció La Sociedad Americana de la Biblia, pero que llegó a ser en unos pocos años comparativamente la más grande de las naciones, como lo hicieron los Hebreos en sus días.

 

Por otro lado los que se volvieron contra la religión de la Biblia, fueron dejados desolados - sus bendiciones vinieron a ser maldiciones para ellos. Los aborrecidos Judíos, para quienes no hay un lugar en la tierra, son el mejor ejemplo. Alemania, quien encabezó la Reforma pero que después le dio la espalda, ha recogido una dolorosa cosecha también.

 

Y lo que es verdad ciertamente con las naciones, lo es verdad con los individuos, hogares, familias y comunidades.

 

Si usted tomara un poco de tiempo para observar, verá esta ley de bendiciones y maldiciones en demostración por doquier sin excepciones.

 

El mundo fue fundado sobre la religión, y usted puede estar seguro que cuando la religión desaparezca de la tierra, el mundo desaparecerá con ella. Los que aman la Verdad encontrarán que las bendiciones recíprocamente caerán en amor con ellos. Leamos:

 

2 Tesalonicenses 2:8-12 – “Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu

 

 

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de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia”.

 

Vemos aquí que si nosotros no amamos la Verdad, la decepción es inevitable. No, nadie es engañado al venir en contacto con el error (porque de cualquier manera estamos en contacto con el error desde el tiempo que nacemos hasta cuando morimos), pero cualquiera que no ama la Verdad es seguro que será engañado, sin importar lo que haga para prevenirlo.

 

Y los que están satisfechos con la Verdad de ayer, y que no están buscando la Verdad fresca para hoy del trono de Dios, no buscan el “alimento a su tiempo”, - los tales se encontrarán a sí mismos en tan terrible situación como lo hicieron los Judíos - vomitados.

 

Deuteronomio 30:15, 19 – “Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; … A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia”.

 

Ejemplo No. 6: Si fallamos en aprovechar lo que Dios nos dice fracasaremos tanto, sino peor, que cualquiera halla fracasado antes que nosotros. Yo pienso que algunos de ustedes que han tenido contacto personal con Dios, saben estas cosas a través de sus propias experiencias. Sin duda ustedes han encontrado que no pueden prevenir por mucho tiempo una explosión

 

 

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mientras tienen fuego y pólvora en el mismo cuarto; que no pueden servir al Diablo y al mismo tiempo tener paz y seguridad. Ilustraré esto con un incidente actual:

               

Cierto hombre soñó que un caballo lo pateó y lo mató. Para asegurar su vida de ahí en adelante él mantenía su distancia de todos los caballos. Sin embargo un día que hacía mucho viento mientras él caminaba por la calle, el pasó por un establecimiento de herrería frente al cual estaba colgando un anuncio con una herradura pintada. El anuncio repentinamente cayó en su cabeza y él murió del impacto.

 

Nosotros no podemos prevenir más las consecuencias del pecado y de la separación de Dios, que lo que pudo el hombre del sueño prevenir la muerte esquivándola. Nunca sabemos lo que el día traerá, y no nos conviene separarnos a nosotros mismos de Dios ni por un momento. Ni tampoco podemos definitivamente decir que nosotros haremos o no haremos esto, aquello, o lo otro.

 

Ejemplo No. 7: Hace algunos años mientras estaba en Europa, oí que uno de mis primos se había ido para América. Y me dije a mí mismo, “Pobre primo, yo nunca dejaría mi hogar para irme a vivir a algún lugar tan lejos como América por ninguna razón”. Pero en ese tiempo, yo, junto con otros, fui falsamente acusado de conspiración.  Fue en la estación cuando las noches eran largas, y una mañana cuando prendimos las luces de nuestra tienda antes que amaneciera se juntó una multitud con armas y piedras, y atacaron por las ventanas. Y fue justo unos pocos meses después de que yo sentí lástima por el alejamiento de mi pobre primo de su patria y me encontré a mi mismo en América en la misma casa con él. Al principio fue un gran chasco, no menos que José en lo antiguo, ¡pero con un favor al final! ¡Dios bendijo la multitud!

 

 

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Sólo Dios conoce el futuro, y nosotros deberíamos poner nuestras esperanzas y ambiciones en su mano poderosa. Entonces, y sólo entonces, vendremos a la “cumbre”. Y si somos tentados a decir que haremos o no haremos esto o aquello, entonces recordemos a Jonás: Él dijo que no llevaría un mensaje a Nínive, e inmediatamente tomó un bote para Tarsis. Pero los hombres del bote lo arrojaron al mar y un gran pez lo recogió y lo trajo de otra vez al mismo lugar donde él había tratado de huir.

 

Nabucodonosor, rey de Babilonia, pensó perpetuar su reino ordenando a todos sus súbditos postrarse ante su imagen de oro. No obstante, los tres Hebreos violaron su propósito y cambiaron el curso de la historia. Los hombres quienes lanzaron a los Hebreos en el horno de fuego ellos mismos fueron quemados de muerte, pero ni un cabello de la cabeza de los Hebreos fue quemado en todo el tiempo que ellos permanecieron dentro del horno de fuego. Junto con el Salmista levantemos nuestras voces y digamos:

 

Salmos 8:1-6 – “¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos; De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, a causa de tus enemigos, para hacer callar al enemigo y al vengativo.  Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies”.

 

El profeta Malaquías se le instruyó que escribiera para el pueblo que viviría en el tiempo del fin.

 

 

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Leamos del capítulo cuatro:

 

Malaquías 4:1-3 – “Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos”.

 

¿No es mejor ser un ser humano a la orden de Dios, una hermosa y siempre viviente criatura, que ser cenizas bajo la suela de los zapatos de los santos? ¿Por qué no responder a su llamado y hacer la vida lo que debería ser?

 

Malaquías 4:4-6 – “Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel. He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”.

 

¿Está usted esperando, velando, orando y confiando que cuando este antitípico Elías el profeta aparezca y le llame, su corazón se volverá hacia sus hijos y el corazón de ellos hacia usted, o se está arrastrando bajo su concha, por temor a que sea engañado si usted se encuentra con él?

 

La vida, vemos, es lo que usted la hace. La mayoría de la gente no sabe como hacerla mejor, pero “si usted sabe estas cosas, bienaventurado es el que las hace”.

 

 

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Resumiendo este estudio: Hemos aprendido que nosotros hemos sido puestos en este mundo por un propósito, que si queremos salvación y bendiciones debemos cooperar con Dios. Y esto lo podemos hacer siguiendo los ejemplos de la Verdad de Dios - por la cual el pueblo está pereciendo. Para capacitarnos para hacer esto él ha visto ambas las glorias y las calamidades de ambas clases han sido anotadas en Su Libro.

 

Si comparamos nuestra obra con la obra de Noé veremos de un modo u otro si nosotros nos comparamos con él en obedecer la Verdad presente. Ni los antediluvianos, ni los postdiluvianos se beneficiaron de la predicación de Noé. Los primeros no creyeron posible un diluvio en la tierra y perecieron; los últimos no creyeron posible que la tierra no fuera inundada de nuevo. Ellos construyeron la torre de Babel porque ellos temían otro diluvio aunque se les dijo claramente que no habría más tal diluvio. Aunque Dios no sólo destruyó su obra, sino también confundió su lenguaje, y en cambio les dio a todos un lenguaje diferente para que pocos pudieran entenderse uno al otro. Si nosotros obramos para cumplir los planes de Dios para nosotros nunca estaremos confusos o confundidos.

 

Nabucodonosor, rey de Babilonia al final vio estas cosas como Dios las ve, pero por la manera difícil - no antes que Dios lo soltó por siete años a comer pasto como las bestias. Más tarde cuando él volvió en si, él reconoció a Dios como el Dios que gobierna ambos el cielo y la tierra. Hagamos mejor que lo que hizo este rey.

 

Luego Belsasar, el rey que fracasó en beneficiarse de la experiencia de Nabucodonosor, en una noche perdió su reino y todo lo que poseía.

 

Gobierno tras gobierno y finalmente el reino pasó a los Medo-Persas, luego a los Griegos, enseguida a los Romanos y finalmente a las naciones de hoy. Veamos que las

 

 

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naciones pertenecen a Dios, y las deja ser gobernadas por quien Él quiere.

 

Las naciones que vinieron más cerca de Dios y sus enseñanzas llegaron a ser naciones grandes y respetables, y los que se mantuvieron a sí mismos separados de El no son mucho mejor que animales.

 

Es mejor aprender lo que Dios quiere que hagamos, y entonces hacerlo. La vida verdaderamente es lo que la hacemos - no más ni menos. Ahora es su oportunidad, ahora usted está donde se cruzan los dos caminos. ¿Cuál será para usted? ¿Cuál, el camino ancho o el angosto?

 

 

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LOS DONES DE DIOS

 

Su don es más grande que mis sueños,

Los dones de Dios para mi;

Tan innumerables como los rayos de luz del ocaso,

Tan ilimitados como el mar.

 

Yo pido una parte, El lo da todo -

Asimismo, y todo de si;

Su amante gracia llena mi alma,

Invadiéndola como la marea.

 

Dentro de mi corazón él tendrá lugar

Para gobernar y reinar supremo;

Mi voz siempre lo alabará por la gracia

De la cual nunca pude soñar.

 

Sus dones son más grandes que mis sueños,

Los dones de El que me libró;

Y más, y más abundante parece diariamente

La gracia de Dios para mi.

 

                                           -  J. B. Pounds

 

 

 

 

 

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