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Llamadas Oportunas

La Única Paz de Mente

Vol. 1                                                                           N0. 17, 18

 

NUBES BRILLANTES TRAEN LLUVIA SUAVE

 

EL FIN DE LOS ÍDOLOS HUMANOS

 Y SUS ADORADORES
 

 

MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA

 

Leeré de El Discurso Maestro de Jesucristo, páginas 99-100, comenzando con el segundo párrafo. Esta página está basada en la escritura. “Y no nos dejes caer en tentación, más líbranos del mal”.

 

D.M.J., pp. 99-100 - “La tentación es incitación al pecado, cosa que no procede de Dios, sino de Satanás y del mal que hay en nuestros propios corazones. Dios no puede ser tentado por el mal, ni el tienta a nadie”.

 

“Satanás trata de arrastrarnos a la tentación, para que el mal de nuestros caracteres pueda revelarse ante los hombres y los ángeles, y él pueda reclamarnos como suyos. El enemigo nos induce a pecar, y luego nos acusa ante el universo celestial como indignos del amor de Dios …”

 

Cada tentación resistida, cada aflicción sobrellevada valientemente, nos da nueva experiencia y nos hace progresar en la tarea de edificar un nuevo carácter. El alma que resiste la tentación mediante el poder divino revela al mundo y al universo la eficacia de la gracia de Cristo.

 

Aquí vemos que Satanás es el gran tentador de las almas, que él constantemente busca hacernos caer. Pero él no puede hacer nada contra nosotros si nuestros corazones están bien con Dios, y si nos mantenemos dentro de la cerca que El ha edificado en nuestro derredor. El puede tener éxito solamente si nosotros se lo permitimos. Si voluntariamente cedemos al pecado, así voluntariamente nos rendimos a Satanás. Recordemos que nadie puede seguir yendo en sus propios caminos y al mismo tiempo orar El Padre Nuestro sin hacerse a si mismo un mentiroso. Pero los que toman la Palabra del Señor de todo corazón y le permiten a El dirigir sus pasos, nunca andarán en mal camino. Oremos para que podamos estar entre esta última clase.

 

Copyright, 1953

Todos los derechos reservados

V.T. HOUTEFF

Vol. 1, N° 17                                                                                                                                                                                              2


 

NUBES BRILLANTES TRAEN LLUVIA SUAVE

 

TEXTO DE LA ALOCUCIÓN POR V. T. HOUTEFF

MINISTRO DE LOS DAVIDIANOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA

EL SÁBADO, 30 DE NOVIEMBRE DE 1946

CAPILLA DEL MONTE CARMELO

WACO, TEXAS

 

Esta tarde estudiaremos el capítulo diez de Zacarías. Para encontrar el tiempo del cumplimiento de esta profecía y de la promesa que contiene, necesitamos mirar solamente el primer versículo del capítulo.

 

Zacarías 10:1 – “Pedid a Jehová lluvia en la estación tardía: Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba en el campo a cada uno”.

 

Estas figuras de lenguaje, sabemos, no son usadas promis­cuamente por la Inspiración, el termino “lluvia tardía” debe tener su significado especial y preciso. La Inspiración elige usar el término “lluvia”, porque la lluvia hace que las cosas crezcan y den una cosecha abundante. El término “tardía” denota la última lluvia antes de la cosecha, la lluvia que completa la madurez y que madura el grano.

 

La lluvia tardía de Verdad, es por lo tanto, la última, la que prepara al pueblo de Dios para la cosecha, porque al tiempo cuando Dios separa el trigo de la cizaña (Mateo 13:30), las vírgenes prudentes de las fatuas (Mateo 25:1-12), el pescado bueno de entre el malo (Mateo 13:47,48), y las ovejas de los cabritos (Mateo 25:32,33). En pocas palabras, la cosecha es el día de purificación, el día de Juicio, el Antitípico

 

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Día de Expiación, el día en el cual los pecadores son cortados. Esta lluvia tardía espiritual, hará a la iglesia lo que la lluvia tardía natural le hace al campo. Sin esta lluvia tardía los santos no pueden desarrollarse para el granero celestial, y tampoco la cizaña para el fuego. Por la “lluvia tardía”, entonces, se ilustra la última lluvia de Verdad. Y, también, esta última porción de Verdad debe venir tan abundantemente a cada miembro de la iglesia que vive justamente antes del tiempo de la cosecha como la lluvia viene a cada hierba en el campo. Tan pronto como este toque final de desarrollo sea completado, la hoz será puesta al precioso grano dorado, pero recordemos que no será dejado en el campo para podrirse, será puesto en el “granero”, (el reino) mientras la cizaña es quemada, así dice el Señor (Mateo 13:30). ¿Qué simboliza la “lluvia tardía? ¿Es la Verdad hacedora de  milagros o será el poder obrador de milagros? - El profeta Joel explica que el poder hacedor de milagros viene después de ambas lluvias - la “lluvia temprana y [la] tardía”. El dice:

 

“Y será que después de esto [después de la lluvia temprana y tardía - Joel 2:23] derramaré mi espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros viejos soñaran sueños, y vuestros mancebos verán visiones. Y aún también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días”. (Joel 2:28, 29).

 

Claramente, entonces, la “lluvia tardía” es la Verdad hacedora de milagros lo que causa que los santos maduren para la cosecha de la cual los 144.000 son las primicias (Apocalipsis 14:4). Entonces, para juntar rápidamente los segundos frutos, Dios derrama su Espíritu sobre cada Santo de las primicias, (sobre “cada hierba”) viejo o joven, niño o niña - no sobre uno aquí y otro allá.

 

Obviamente “las nubes brillantes” representan agencias llevando la Verdad la cual ellos esparcen por todas partes en la viña del

 

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Señor - sobre cada miembro de la iglesia - “sobre cada hierba”, trigo o cizaña.

 

Hablando literalmente, las nubes oscuras sugieren una lluvia muy fuerte que destruye y que atemoriza a los que las miran. Por el contrario, las nubes brillantes sugieren una lluvia suave, la que desciende de tal manera que la tierra puede absorberla toda. Y no se pierde.

 

Hablando espiritualmente, las nubes oscuras, por lo tanto, representan una fuente de materia de lectura peligrosa y muy voluminosa para que uno le de la bienvenida y la comprenda. Pero las nubes brillantes son una fuente de pequeñas publicaciones, cargadas de Verdades fáciles de comprender empacadas con “alimento a tiempo”, Verdad que viene en porciones fáciles de tomar, fácil para asimilarla toda, y así desarrollar el recipiente de éste para el uso del “maestro” y para su servicio.

 

Entonces, también, la “lluvia tardía” espiritual debe caer tan abundantemente y sin costo a los recipientes como la lluvia literal. Así es como nunca antes el mundo ha sido testigo de tanta literatura esparcida absolutamente gratis como lo es esta literatura. ¡Millones! Así es que estas pequeñas publicaciones comprensibles, las nubes brillantes, cargadas con verdad Presente, están siendo esparcidas ahora como las hojas del otoño por toda Laodicea a todo miembro de la iglesia, “a cada hierba” en la viña del Señor. ¿El resultado final? “Más de un millar”, confirma la Inspiración, “pronto se convertirán en un sólo día, la mayoría de los cuales trazarán sus primeras convicciones a la lectura de nuestras publicaciones”. Review and Herald, Nov. 10, 1885. Por consiguiente, junto con las nubes oscuras del mundo que se revolotean sobre los que son pesimistas acerca de las promesas de Dios, están estas nubes brillantes que se revolotean sobre los fieles creyentes y confiados hijos de Dios.

 

 

 

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Y así, Hermano, Hermana, no necesita escuchar las voces que le urgen a excluirse a si mismo de esta lluvia suave, o esconderse bajo el paraguas de alguien. Salga y aproveche de esta lluvia tan necesitada. Es enviada para darle el desarrollo que usted necesita, y para capacitarlo para sobrevivir el día de Jehová grande y terrible, el juicio para los vivos. No demore más, salga y deje que la preciosa lluvia caiga sobre usted, deje que le moje completamente no sea que el ángel le encuentre inepto para el “granero” y le lancen en el fuego junto con las cizañas. La Inspiración hace esto tan claro como puede ser hecho, que ni un alma (ni una hoja de hierba), puede alistarse para el Reino (granero) si fracasa en absorber esta lluvia de Verdad.

 

Cuán importante es entonces que tome ventaja de esto. No, usted no puede permitirse estar seco bajo el paraguas de los que aborrecen la Verdad. Salga de sus paraguas diabólicos para que no se pierda por la eternidad, para que no clame desesperada­mente, “Pasóse la siega, acabóse el verano, y nosotros no hemos sido salvos” (Jeremías 8:20).

 

Zacarías 10:2 – “Porque los terafines han dado vanos oráculos, y los adivinos han visto mentira, han hablado sueños vanos, y vano es su consuelo; por lo cual el pueblo vaga como ovejas, y sufre porque no tiene pastor”.

 

Aquí se lleva la idea de que esta “lluvia” que edifica el carácter y da sabiduría e imparte luz prepara a uno para la sociedad del Cielo, encuentra a los que están esperando, escuchando a ídolos que hablan “vanidad” y a los adivinos contando sueños falsos, sin éxito dando consuelo. ¿No prestará usted atención a la voz de la Inspiración y se volverá de escuchar a ídolos?

 

¿Quiénes podrán ser ellos si no vanos y arrogantes ministros, aborrecedores de la Verdad

 

 

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quienes son idolatrados por los laicos, falsos predicadores tratando de consolar mediante la predicación de falsedades?

 

Un reavivamiento y una reforma, por lo tanto, deben hacer su obra entre ambos ministros y laicos. En verdad las ovejas son preocupadas porque no hay pastor verdadero en ninguna parte, todos ellos se han ido por sus propios caminos.

 

Zacarías 10:3 – “Contra los pastores se ha encendido mi enojo, y castigaré a los jefes; pero Jehová de los ejércitos visitará su rebaño, la casa de Judá, y los pondrá como su caballo de honor en la guerra”.

 

Este versículo revela que Dios ha visitado a su pueblo con Verdad revelada para prepararlo para la separación de los cabritos de las ovejas después de lo cual El recompensará las ovejas y castigará los cabritos - la obra del Juicio por los vivos. Su visita hace a sus siervos como buenos caballos en su viña.

 

Zacarías 10:4 – “De él saldrá la piedra angular, de él la clavija, de él el arco de la guerra, de él también todo apremiador”.

 

El Señor mismo escoge la piedra “angular” (el fundamento), la “clavija” (el organizador), el “arco” (la Verdad o el instrumento con el cual ganar la victoria sobre el enemigo), y todo “apremiador” (gobierno). Con esto El edifica la casa de Judá.

 

Zacarías 10:5- “Y serán como valientes que en la batalla huellan al enemigo en el lodo de las calles; y pelearán, porque Jehová estará con ellos; y los que cabalgan en caballos serán avergonzados”.

 

La victoria será tan completa que aún los

 

 

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demonios que guían a nuestros enemigos en el conflicto, ellos mismos serán avergonzados.

 

Zacarías 10:6 – “Porque yo fortaleceré la casa de Judá, y guardaré la casa de José; y los haré volver, porque de ellos tendré piedad; y serán como si no los hubiera desechado; porque yo soy Jehová su Dios, y los oiré”.

 

La declaración “yo fortaleceré” en vez de guardaré, “la casa de Judá”, y “guardaré” en vez de fortaleceré “la casa de José”, implica que la casa de Judá es salvada antes que la de José, y para salvar la casa de José El fortalece la casa de Judá. Los segundos frutos necesitan ser salvados, mientras que los primeros frutos necesitan ser preparados para el servicio. Ambos son reunidos en un lugar, (el “granero”, el Reino). El Señor extiende este favor a ambos de ellos porque El tiene misericordia sobre ellos y los tratará como si ellos nunca le hubiesen dado causa para arrojarlos.

 

Zacarías 10:7 – “Y será Efrain como valiente, y se alegrará su corazón como a causa del vino; sus hijos también verán, y se alegrarán; su corazón se gozará en Jehová”.

 

Los padres se regocijarán y los niños lo verán. El, de esta forma, convertirá el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a los padres…”. (Malaquías 4:6).

 

Zacarías 10:8 – “Yo los llamaré con un silbido, y los reuniré, porque los he redimido; y serán multiplicados tanto como fueron antes”.

 

 “Serán multiplicados”, esto es porque, los segundos frutos

 

 

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serán reunidos con las “primicias o primeros frutos”. (Apocalipsis 7:4, 9).

 

Zacarías 10:9 – “Bien que los esparciré entre los pueblos, aun en lejanos países se acordarán de mí; y vivirán con sus hijos, y volverán [A su patria]”.

 

Zacarías 10:10 – “Porque yo los traeré de la tierra de Egipto, y los recogeré de Asiria; y los traeré a la tierra de Galaad y del Líbano, y no les bastará”.

 

Los escogidos serán juntados o reunidos de todas partes, y se esparcirán hasta la tierra de Galaad y al Líbano. Pero aún entonces el lugar será pequeño para ellos.

 

Zacarías 10:11, 12 – “Y la tribulación pasará por el mar, y herirá en el mar las ondas, y se secarán todas las profundidades del río: y la soberbia de Asiria será derribada, y se perderá el cetro de Egipto. Y yo los fortaleceré en Jehová, y caminarán en su nombre, dice Jehová”.

 

Es decir, la reunión del pueblo será sin impedimentos. Todo obstáculo será removido. El reino del pecado vendrá a su fin. Las naciones que han esclavizado al pueblo de Dios serán humilladas, y sus cetros (tronos) no serán más.

 

Fortalezcámonos en el Señor, caminemos felices sin temor, dice el Señor.

 

“La obra que Dios ha comenzado en el corazón humano al darle su luz y conocimiento debe progresar continuamente. Todo individuo debe ser consciente de su propia

 

 

 

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necesidad. El corazón debe estar exento de toda contaminación, y limpio, para que en él more el Espíritu. Por medio de la confesión y el abandono del pecado, por medio de la oración ferviente y la consagración a Dios, los primeros discípulos se prepararon para el derramamiento del Espíritu Santo en el día de Pentecostés. La misma obra, sólo que en mayor medida, debe realizarse ahora. En aquel entonces el instrumento humano sólo tenía que pedir la bendición y esperar que el Señor perfeccionara la obra concerniente a él. Es Dios quien comienza la obra, y la terminará, perfeccionando al hombre en Cristo Jesús.

 

Pero no debe descuidarse la gracia representada por la lluvia temprana. Sólo los que estén viviendo a la altura de la luz que tienen, recibirán más luz. A menos que estemos avanzando diariamente en la ejemplificación de las virtudes cristianas activas, no reconoceremos las manifestaciones del Espíritu Santo en la lluvia tardía. Podrá estar derramándose en los corazones de los que están en torno de nosotros, pero no lo percibiremos ni lo recibiremos”. - Testimonios para los Ministros, página 507.

 

Puesto que esta Verdad es de tan vital importancia, no permita que ningún enemigo de la Verdad revelada le confunda. Si alguien trata de convencerle contra esta Verdad, póngalo a prueba - hágale dar una interpretación más bíblica de estas escrituras. Si no puede darle algo mejor o igualmente bueno, entonces dígale que se encargue de sus propios negocios y usted de los suyos.

 

 

 

 

 

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MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA

 

Leeré del libro El Discurso Maestro de Jesucristo, la página 100, comenzando con el segundo párrafo. Esta lectura es una continuación de nuestra lectura del Sábado pasado, basada en la oración del Señor.

 

D.M.J., p. 100 - “Es peligroso detenerse para contemplar las ventajas de ceder a las sugestiones de Satanás. El pecado significa deshonra y ruina para toda alma que se entrega a él; pero es de naturaleza tal que ciega y engaña, y nos tentará con presentaciones lisonjeras. Si nos aventuramos en el terreno de Satanás, no hay seguridad de que seremos protegidos contra su poder. En cuanto sea posible debemos cerrar todas las puertas por las cuales el tentador podría llegar hasta nosotros.

 

El ruego “no nos dejes caer en tentación” es una promesa en si mismo. Si nos entregamos a Dios, se nos promete: ‘No os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar’.”

 

Ahora arrodillémonos y oremos para que podamos darnos cuenta que el pecado ciega y engaña por su naturaleza; que lleva a la deshonra y desastre; y que para estar en el lado seguro, no debemos ni siquiera contemplar el ceder a las sugerencias de Satanás, porque una vez que nos aventuremos en su terreno no podemos esperar la protección de Dios. Agradezcamos también al Señor por la confortante seguridad que si nosotros nos entregamos totalmente a El, El no permitirá que seamos tentados más de lo que podemos llevar.

                                                    

 

 

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EL FIN DE LOS ÍDOLOS HUMANOS Y

SUS ADORADORES

 

TEXTO DE LA ALOCUCIÓN POR V. T. HOUTEFF

MINISTRO DE LOS DAVIDIANOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA

EL SÁBADO, 7 DE DICIEMBRE DE 1946

CAPILLA DEL MONTE CARMELO

WACO, TEXAS

 

Esta tarde estudiaremos el capítulo 13 de Zacarías, comencemos con el primer versículo.

 

Zacarías 13:1 – “En aquel tiempo habrá manantial abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para la purificación del pecado y de la inmundicia”.

 

La frase “en aquel tiempo” nos lleva a los eventos precedentes, de regreso al capítulo 12. Allí encontramos que el evento es el gran llanto en Jerusalén (Zacarías 12:11-14). Así que “en aquel día”, en el día de ese gran llanto, se ha de abrir esta fuente.

 

Para encontrar el tiempo en el cual toma lugar el llanto, es necesario que regresemos al capítulo doce. Mejor aún, debe­ríamos mirar el capítulo desde el primer versículo, porque ahí se nos presentan siete grupos de eventos diferentes y separados, uno siguiendo al otro.

 

Los eventos sobresalientes de cada grupo son estos: (1) Jerusalén será hecha “una copa que hará temblar a todos los pueblos” “en el sitio contra Judá y contra Jerusalén”. (2) “en aquel día” todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella. (3) “en aquel día” el Señor “herirá con pánico a todo caballo, y con locura al jinete” y El también “abrirá sus ojos sobre la casa de Judá”. Y los capitanes de Judá dirán en su corazón, “ tendrán fuerza los habitantes de Jerusalén en Jehová de los ejércitos, su Dios”. (4) “En aquel día” Jerusalén será habitada

 

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otra vez. (5) “en aquel tiempo el que entre ellos fuere flaco” será como David y la casa de David será como Dios. (6) “En aquel tiempo” el Señor procurará destruir todas las naciones que vinieren contra Jerusalén. El derramará entonces sobre la casa de David y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración. (7) “En aquel tiempo” habrá un gran llanto en Jerusalén.

 

Así un evento es contingente al otro, uno siguiendo al otro, el último de los cuales en este capítulo es el gran llanto en Jerusalén. Por lo tanto, en el tiempo de estos eventos de llantos, se abrirá la fuente para el pecado y la inmundicia. Conectemos ahora Zacarías 13:1 con el versículo 2

 

Zacarías 13:1, 2 – “En aquel tiempo habrá manantial abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para la purificación del pecado y la inmundicia. Y en aquel día, dice Jehová de los ejércitos, quitaré de la tierra los nombres de las imágenes, y nunca más serán recordados; y también haré cortar de la tierra a los profetas, y al espíritu de inmundicia”.

 

Dos cosas sobresalen claramente en estos versículos: (1) que la casa de David debe venir a la existencia antes que la fuente o manantial de purificación sea abierta; (2) que la purificación comienza con el cortar de la tierra los nombres de los ídolos y arrojando de la tierra a los falsos profetas, y a los espíritus inmundos. En nuestro previo estudio del capítulo diez de Zacarías, aprendimos que estos ídolos son de la clase que hablan; ellos son hombres. No hay duda, entonces, que estos son hermanos ministros quienes se predican a si mismos en lugar de predicar de Cristo, y a quienes los laicos idolatran. Como resultado, los laicos ciegamente los están siguiendo, y cualquier decisión que sus “ídolos” hagan concerniente a lo que es verdad y lo que es error, lo que es pecado y lo que es justicia, esas son las decisiones que los laicos aceptan. Estos “ídolos”, por lo tanto, están creando una situación similar a la que los sacerdotes, escribas, y

 

 

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fariseos crearon en los días del primer advenimiento de Cristo. Consecuentemente, los adoradores de ídolos no se molestan a si mismos para investigar personalmente los nuevos mensajes, y ellos están de esta manera ignorantemente siguiendo hombres en vez de seguir a Cristo y su Verdad progresiva. Estos, junto con los profetas y los espíritus inmundos, serán quitados de la tierra.

 

Zacarías 13:3-5 – “Y acontecerá que cuando alguno más profetizare aún, le dirán su padre y su madre que lo engendraron: No vivirás, porque has hablado mentira en el nombre de Jehová; y su padre y su madre que lo engendraron, le traspasarán cuando profetizare. Y sucederá en aquel tiempo, que todos los profetas se avergonzarán de su visión cuando profetizaren; ni nunca más vestirán el manto velloso para mentir Y dirá: No soy profeta; labrador soy de la tierra, pues he estado en el campo desde mi juventud”.

 

Los nombres de los ídolos (los títulos halagüeños de los hombres) se olvidarán para siempre. En aquel día en adelante ni el falso profeta, ni el espíritu de inmundicia será tolerado en la tierra. De hecho ni siquiera un padre o una madre tolerarán entonces su hijo que los posea, sino que lo entregarán a los verdugos. Acontecerá que los hombres quienes aun ahora se exaltan a si mismos, y, están predicando sin haber sido “enviados”, se avergonzarán al ser sorprendidos en sus engaños - en falsas predicciones e interpretaciones privadas de las escrituras. No más usarán vestiduras engañosas. Por el contrario, ellos dirán, “No soy profeta; ni siquiera pastor; labrador soy de la tierra”.

 

Al profeta Ezequiel también se le dio una vislumbre de esta situación “Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los profetas insensatos, que andan en pos de su propio espíritu, y nada han visto! Como zorras en los desiertos fueron tus profetas, oh Israel. No

 

 

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habéis subido a las brechas, ni habéis edificado un muro alrededor de la casa de Israel, para que resista firme en la batalla en el día de Jehová. Vieron vanidad y adivinación mentirosa. Dicen: Ha dicho Jehová, y Jehová no los envió; con todo, esperan que él confirme la palabra de ellos. ¿No habéis visto visión vana, y no habéis dicho adivinación mentirosa, pues que decís: Dijo Jehová, no habiendo yo hablado? Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto vosotros habéis hablado vanidad, y habéis visto mentira, por tanto, he aquí yo estoy contra vosotros, dice Jehová el Señor. Estará mi mano contra los profetas que ven vanidad y adivinan mentira; no estarán en la congregación de mi pueblo, ni serán inscritos en el libro de la casa de Israel, ni a la tierra de Israel volverán; y sabréis que yo soy Jehová el Señor..

 

“Sí, por cuanto engañaron a mi pueblo, diciendo: Paz, no habiendo paz; y uno edificaba la pared, y he aquí que los otros la recubrían con lodo suelto, di a los recubridores con lodo suelto, que caerá; vendrá lluvia torrencial, y enviaré piedras de granizo que la hagan caer, y viento tempestuoso la romperá. Y he aquí cuando la pared haya caído, ¿no os dirán: ¿Dónde está la embarradura con que la recubristeis? Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Haré que la rompa viento tempestuoso con mi ira, y lluvia torrencial vendrá con mi furor, y piedras de granizo con enojo para consumir. Así desbarataré la pared que vosotros recubristeis con lodo suelto, y la echaré a tierra, y será descubierto su cimiento, y caerá, y seréis consumidos en medio de ella; y sabréis que yo soy Jehová. Cumpliré así mi furor en la pared y en los que la recubrieron con lodo suelto; y os diré: No existe la pared, ni los que la recubrieron”. (Ezequiel 13:3-15).

 

 

 

 

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¡Qué terrible responsabilidad descansa sobre quienes manejan la Palabra de Dios descuidadamente, quienes se dan como guardianes de las almas sobre el pueblo! Pero quienes mantienen guardia para que nadie escape de caer en el infierno. Ambos ellos y sus abominaciones caerán en el pozo. En verdad, si alguna reforma es necesaria en el Cristianismo, es esta que es necesaria en la peor forma.

 

Habiendo aprendido mejor ahora, no hagamos ídolos de hombres; no demos lugar más a espíritus de inmundicia dentro de nosotros. Por el contrario démosle al Espíritu de Dios la oportunidad de que nos guíe a su Verdad siempre progresando con entendimiento personal.

 

Seamos seguidores de Cristo, nunca más de Pablo, de Apolos o de Cefas o de cualquier otro.

 

Zacarías 13:6, 7 – “Y le preguntarán: ¿Qué heridas son éstas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en la casa de mis amigos. Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y serán dispersadas ovejas; y haré volver mi mano contra los pequeñitos”.

 

No tengo comentario especial que hacer en los versículos 6 y 7, mas de lo que se entiende comúnmente entre los Cristianos.

 

Zacarías 13:8 – “Y acontecerá en toda la tierra, dice Jehová, que las dos partes serán cortadas en ella, y se perderán; más la tercera quedará en ella”.

 

En esta separación, de acuerdo al versículo 8, el pueblo es dividido en tres partes: Evidentemente ellos son los santos, los hipócritas y los paganos. Las dos ultimas partes serán cortadas (separadas de los santos), y morirán. Concerniente al futuro de la tercera, leamos -

 

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Zacarías 13:9 – “Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi Dios”.

 

En esta conexión, el profeta del evangelio fue instruido a escribir: “ He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores. Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor. Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes. Haré más precioso que el oro fino al varón, y más que el oro de Ofir al hombre. Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación de Jehová de los ejércitos, y en el día del ardor de su ira. Y como gacela perseguida, y como oveja sin pastor, cada cual mirará hacia su pueblo, y cada uno huirá a su tierra. Cualquiera que sea hallado, será alanceado; y cualquiera que por ellos sea tomado, caerá a espada”. (Isaías 13:9-15)

 

A esta amonestación el profeta Sofonías agrega: “Acontecerá en aquel tiempo, que yo escudriñaré a Jerusalén con linterna, y castigaré a los hombres que reposan tranquilos como el vino asentado, los cuales dicen en su corazón: Jehová ni hará bien ni mal. Por tanto serán saqueados sus bienes, y sus casas asoladas; edificarán casas, más no las habitarán; y plantarán viñas, más no beberán el vino de ellas. Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo;

 

 

 

 

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es amarga la voz del día de Jehová; gritará allí el valiente. Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento, día de trompeta y de algazara, sobre las ciudades fortificadas, y sobre las altas torres. Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra Jehová: y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como estiércol. Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová; pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo: porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los moradores de la tierra”. (Sofonías 1:12-18)

 

Estas escrituras se explican a si mismas, y hacen el tema tan claro como el cristal: tan pronto como la casa de David sea establecida, tan pronto como los primeros frutos lleguen al Monte Sion y estén allí con el Cordero, la fuente de limpieza será abierta. Entonces es cuando comienza la gran cosecha durante la cual cada grano de “trigo” será puesto en el granero o “alfolí”, pero cada semilla nociva será quemada (Mateo 13:30). Entonces será que todo “pescado” bueno será puesto en vasos, mientras que todo pescado malo será echado fuera (Mateo 13:48). Entonces será que todos los que tengan el “vestido de boda” participarán en la cena de bodas, pero todos los que no tengan el vestido serán echados en las tinieblas de afuera. (Mateo 22:11-13).

 

En los términos de las parábolas todo esto puede ser resumido de la siguiente manera: los que exitosamente aspiran a ser liberados como “trigo”, como el “pescado” bueno, y para ponerse el vestido de boda, son los que han encontrado el campo del gran tesoro y la perla de gran precio y han hecho todo para comprarlos.

 

“Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos

 

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de entre los justos, Y los echarán en el horno del fuego: allí será el lloro y el crujir de dientes”. (Mateo 13:49, 50).

 

Hermano, Hermana hemos llegado a tiempos solemnes. Ahora es el tiempo de ponernos las vestiduras blancas. Ahora es el tiempo de comprar el campo con el gran tesoro, y la perla de gran precio. “¿Lo hará usted? ¿Lo haré yo?” es la gran pregunta que rápidamente tenemos que resolver sin la influencia o interferencia de otra persona.

 

Ahora debemos ser hábiles para ver como la obra del evangelio terminará y que la idea que habíamos tenido es meramente una fabricación humana. Ahora es claramente visto como los pecadores son hechos santos cuando y como el gran manantial de Dios puede limpiarnos a todos los penitentes pecadores, de hacernos tan blancos como la nieve si se lo permitimos. Así que no importa lo que fuimos ayer, lo que importa es lo que hemos de hacer hoy, y lo que debemos ser de esta hora en adelante.

 

Vemos aquí que si no vamos al conocimiento de la Verdad, y si no la dejamos que haga en nosotros la obra para la cual fue enviada, nunca podremos estar preparados para vivir en la presencia de un santo Dios. El estar firmes contra cualquier oposición por esta Verdad vale la pena. Pero argumentar, como algunos lo hacen, sobre un punto tal como “los tres días y las tres noches” (Mateo 12:40) sin nada que hacer aún si se gana el argumento, es peor que el Fariseísmo. El diablo nos mantendrá ocupados a nosotros mismos con asuntos sin importancia y con cosas que no entendemos.

 

En 1931, después que La Vara del Pastor, Vol. 1, salió de la imprenta, publicamos un artículo de dos páginas en el cual decíamos que ello a lo que Dios nos ha guiado es toda la Verdad o ninguna Verdad. Desde ese tiempo hemos publicado otro libro y más de veinte Tratados además las series de “Llamadas Oportunas”,

 

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todas contienen asuntos de doctrina. Estas publicaciones han sido esparcidas por toda la Denominación, y hasta este día la Denominación no ha intentado oficialmente ni una sola vez refutar algún tema en su totalidad. Ellos siempre han tratado de quitar lo que nosotros tenemos en esas escrituras, pero nunca nos dan algo mejor. Todo lo que hemos oído o visto son intentos de pervertir, o cualquier procedimiento tal como siguen los observadores del primer día mientras debaten con los que guardan el Sábado.

 

No permitamos a los enemigos de la Verdad revelada que la perviertan, póngalos a prueba con la Biblia. Yo sé que no es un hombre de Bulgaria de las Montañas de Rhodope el que ha hecho a los eruditos Americanos rascarse la cabeza. No es posible que tal persona haya podido zarandear la Denominación desde el centro hasta su circunferencia. Si usted no sabe quien realmente es, entonces debería encontrarlo sin demora.

 

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Estos pequeños Semanarios, sin ningún costo para usted, son de inapreciable valor para usted. Léalos y manténgalos en su biblioteca, porque seguramente el tiempo vendrá cuando usted estará agradecida de haber preservado sus copias. Si desea dar algunos a sus amigos o parientes Adventistas, puede ordenar copias extras o enviar sus nombres y direcciones a nuestra lista de envíos.

 

 

 

 

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